En una época donde se vivía el éxtasis y la emoción de poder conquistar y descubrir un nuevo mundo, tener nuevas tierras, nuevas riquezas, nuevas esperanzas, ser la potencia más importante del ahora Globo terráqueo, hubo un grupo de personas que siempre se mantuvieron al margen de lo sucedido: Los Frailes.
Los Frailes fueron enviados por el mismísimo papa a evangelizar un pueblo que no había conocido la gracia de Dios, y estos prontamente se dieron cuenta de todas las injusticias que estaban sucediendo en este lado del mundo, y cómo no, si eran las primeras personas con una educación y un entendimiento de lo que SER HUMANO significa.
Estos pensamientos se discutían tanto en España como en las colonias, el cómo realmente debían ser tratados los indios, qué derechos tenían y cuán justa estaba siendo la conquista contra los nativos. Sin embargo estas discusiones no se volvieron más que artículos y leyes internacionales rimbombantes que no se aplicaron de manera correcta en territorio américano, pues los malos tratos e injusticias siguieron. Los indios fueron sometidos a trabajos duros y largas jornadas, sus tierras les fueron arrebatadas y nunca tuvieron un lugar en la política.
Los frailes lucharon por sus convicciones humanistas silenciosamente, pues quedaron callados durante siglos, cómo no si estaban construyendo bellísimas iglesias a nombre de sus patronos y santos, y habían logrado obtener recursos de muchos contribuyentes y donantes ¿ que ayudaban a sus misiones y visiones. Y le subieron poco a poco el tono de su lucha que les costo la expulsión a los Jesuitas.
Podríamos decir entonces que fueron los frailes los humanos más conscientes de su época.
Falta anexar al blog la actualización que incluye bóvedas nervadas, con sus nervios principales y secundarios, los arcos que vimos.
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