La arquitectura franciscana del Siglo XVI tiene como principal referente los Conventos, que son la adaptación del Monasterio Europeo con el fin de poder evangelizar a los indígenas de las Américas. A pesar de ser tan similares tienen muchas diferencias, siendo la más clara que en el Convento los frailes o hermanos podrían salir y entrar del complejo mientras que en el Monasterio siempre quedarían enclaustrados.
El Convento se divide en tres zonas:
- Convento
- Celdas
- Calustro
- Templo
- Nave
- Fachada
- Atrio
- Cruz atrial
- Capilla abierta
- Capillas posas
Muchos elementos fueron diseñados para atraer a los indígenas a la cristiandad, como el atrio amplio pues la vida indigena se desarrollaba al aire libre; las capillas posas que eran para representar el via crucis de Jesucristo; la capilla abierta donde desde se celebraba misa de cara al atrio.
SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
Un avance contructivo importante para la epoca fue la llamada Losa Franciscana que se trata de una losa constituida por vigas de madera separadas entre viga y viga por una viga, que sostiene unas tablas de una madera delgada llamada Tejamanil; sobre las tablas se daba un relleno de Tezontle o Cacahuatillo, y sobre el relleno se colocaba el cuadrado de barro o ladrillo, que luego se impermeabilizaba con baba de nopal y alumbre.
La portada se encuentra en la fachada principal y esta llena de símbolos e iconografía franciscana. Trata de imitar al retablo, que se encuentra al interior del templo, hecho de madera estufada con niveles que cuentan la historia de un santo o de la vida de Cristo por medio de oleos.
ORNAMENTACIÓN
Usaban el mural como un medio de enseñanza y debido a la escasez de pigmentos de colores estos murales eran en tonos grises llamados Grisallas.
También tallaban en piedra, sin embargo al ser los indígenas los artesanos ellos tallaban a su entendimiento lo que los frailes requierian, por ejemplo, las alas de los ángeles son similares a las alas de un águila.
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